Ojos negros con brillo de estrellas,
labios ardientes que saben besar,
figura armoniosa tan fina y tan bella
como las playas de tu mirar
Mujer poema, compuesta por versos
de inspiración rimada en ondas seductoras,
salto del venado, que dejó disperso
en el Valle de Guaymas, al indio y a la aurora.
Brillo de luna, estampado en la bahia,
en cálidas noches de paseo en malecón,
de lentejuelas teje tu ropa tan sencilla,
distinguiéndose tu imagen hasta el cerro cabezón.
Las tardes de domingo paseas por la Plaza,
mirando a los colosos que fueron presidentes,
tal vez estés pensando en lo grande de tu raza,
o quizás sean ellos de amores confidentes.
De espìritu alegre, feliz y complaciente,
de humor tan contagiante que olvida cualquier pena,
tu risa cantarina se escucha en San Vicente
lo mismo en las Delicias, la Aurora y Punta Arena.
Tus brazos dieron forma al Almagre y al Paraje
tu cuerpo fué tallado al pie de la Cantera,
con unos dás refugio al marino de su viaje,
con otro las cautivas al vaivén de tus caderas.
Tu canto tan sublime acompaña al pescador
que al golpe de las olas entona tu canción
es una plegaria, pidiéndole al creador,
volver con la marea, trayendo producción.
Pierrot y Colombina abren sus brazos,
invitando en gran comparsa al Carnaval,
y en el trono jalado por Pegasos,
brindas besos por toda la Serdán.
Son días en que reina la alegría,
sin distinción todos son igual,
canta el pobre y canta el rico la misma melodía,
sentados en la mesa, comparten pan y sal.
Si tú me das amor, trigueña hermosa,
iremos gozosos a la Plaza a divertirnos
noche carnavalera en que serás mi diosa,
bailando extasiados sin rendirnos.
Cantaremos con la Banda Sanjoseña
bebiendo traguitos de cerveza y bacanora,
orgullosa dirás que eres mi dueña
y yo el más feliz, en toito Sonora.
autor:
VICTOR MANUEL MONGE CISNEROS
labios ardientes que saben besar,
figura armoniosa tan fina y tan bella
como las playas de tu mirar
Mujer poema, compuesta por versos
de inspiración rimada en ondas seductoras,
salto del venado, que dejó disperso
en el Valle de Guaymas, al indio y a la aurora.
Brillo de luna, estampado en la bahia,
en cálidas noches de paseo en malecón,
de lentejuelas teje tu ropa tan sencilla,
distinguiéndose tu imagen hasta el cerro cabezón.
Las tardes de domingo paseas por la Plaza,
mirando a los colosos que fueron presidentes,
tal vez estés pensando en lo grande de tu raza,
o quizás sean ellos de amores confidentes.
De espìritu alegre, feliz y complaciente,
de humor tan contagiante que olvida cualquier pena,
tu risa cantarina se escucha en San Vicente
lo mismo en las Delicias, la Aurora y Punta Arena.
Tus brazos dieron forma al Almagre y al Paraje
tu cuerpo fué tallado al pie de la Cantera,
con unos dás refugio al marino de su viaje,
con otro las cautivas al vaivén de tus caderas.
Tu canto tan sublime acompaña al pescador
que al golpe de las olas entona tu canción
es una plegaria, pidiéndole al creador,
volver con la marea, trayendo producción.
Pierrot y Colombina abren sus brazos,
invitando en gran comparsa al Carnaval,
y en el trono jalado por Pegasos,
brindas besos por toda la Serdán.
Son días en que reina la alegría,
sin distinción todos son igual,
canta el pobre y canta el rico la misma melodía,
sentados en la mesa, comparten pan y sal.
Si tú me das amor, trigueña hermosa,
iremos gozosos a la Plaza a divertirnos
noche carnavalera en que serás mi diosa,
bailando extasiados sin rendirnos.
Cantaremos con la Banda Sanjoseña
bebiendo traguitos de cerveza y bacanora,
orgullosa dirás que eres mi dueña
y yo el más feliz, en toito Sonora.
autor:
VICTOR MANUEL MONGE CISNEROS
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